Dicen que con la primavera también viene la astenia y el
cansancio que eso conlleva; yo debo de ser la excepción. Estoy literalmente
hiperactiva, porque aunque por las
mañanas a primera hora hasta que no tengo dos cafés y un te en sangre no soy
persona por las noches tengo un insomnio que no me deja pegar ojo.
En serio, jodido insomnio, mira que me molestas capullo, que
quiero dormir, agustito en mis sabanitas floreadas de mi cuartito boloñés, y no
haces más que molestarme.
Esas horas que pasan, el reloj y su tic tac, y la ansiedad
de ver que no duermes y que por muchas vueltas que des el colchón sigue igual,
las sábanas hechas un lío y la almohada por mucho que le des la vuelta para que
te toque el lado fresco no hace efecto. No quieres ponerte a pensar porque
entonces estás jodido amigo.
Y después de una hora de lucha con la almohada llega el
momento de ir a la cocina, te contienes por no asaltar la nevera; y para
resistirte te preparas un “infu-reax”, “infu sueños” o cualquiera de esas
mariconadas con las que te quieres autoconvencer de que te vas a quedar
dormido.
Te la preparas con una parsimonia y una concentración como
si estuvieses preparando un plato de alta cocina en lugar de una infusioncita; y te sientas
en la soledad de la cocina nocturna y te pones a reflexionar.
Pero como no te apetece reflexionar te la tomas rápido y la
cama de nuevo
Y es en ese momento en el que ya te empieza a entrar la
tontería cuando ya te empiezan a pesar los párpados; es cuando me sucede lo siguiente.
Hago mis listas de cosas mentales
Reflexionas acerca de la vida y sus misterios; qué te va a
deparar
Te propones nuevas metas y objetivos
Y te quedas medio sobado
Pero justo en ese momento en el que ya no diferencias cuando
estas o no dormido; cuando mezclas un paisaje caribeño con un trineo de Papa
Noel volador, es en ese momento cuando me viene la “inspiración”
Por desgracia sí, me vienen temas para escribir; a puñados,
frases ingeniosas y de todo. Y es en ese momento cuando me digo “Coño Marta, ya
se te podría ocurrir esto en otro momento, que ahora no me apetece moverme para
apuntar esto y lo otro; y mañana se te va a olvidar”
Y efectivamente, al día siguiente me acuerdo de la mitad
Vaya tela, una putada. Mis genialidades perdidas.
Es por eso que en estos últimos días me he propuesto escribirme aunque sea algunas
de esas frases. Pero como me da pereza levantarme y coger una liberta y un
boli, pues tiro del bloc de notas del móvil; que siempre me vigila en la
mesilla de noche
Pero el problema es el siguiente, escribo la dichosa
frasecita sí; pero después me leo los whatssaps nocturnos y echas un vistazo rápido a
Instagram, a Facebook… Total que ya han pasado cinco minutitos, diez…
Después de 4 o 5 asaltos al móvil al día siguiente me encuentro
con unas ojeras de espanto; y algunas
frases que no son tan fabulosas como parecían por la noche. Pero que igualmente
me siguen inspirando.
Quien sabe, estoy llegando a la conclusión de que igual esto
del insomnio también me lo estoy provocando un poco yo, ¿no?
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