9 de abril de 2014

IN - SOM - NIO


Dicen que con la primavera también viene la astenia y el cansancio que eso conlleva; yo debo de ser la excepción. Estoy literalmente hiperactiva, porque aunque  por las mañanas a primera hora hasta que no tengo dos cafés y un te en sangre no soy persona por las noches tengo un insomnio que no me deja pegar ojo.

En serio, jodido insomnio, mira que me molestas capullo, que quiero dormir, agustito en mis sabanitas floreadas de mi cuartito boloñés, y no haces más que molestarme.

Esas horas que pasan, el reloj y su tic tac, y la ansiedad de ver que no duermes y que por muchas vueltas que des el colchón sigue igual, las sábanas hechas un lío y la almohada por mucho que le des la vuelta para que te toque el lado fresco no hace efecto. No quieres ponerte a pensar porque entonces estás jodido amigo.

Y después de una hora de lucha con la almohada llega el momento de ir a la cocina, te contienes por no asaltar la nevera; y para resistirte te preparas un “infu-reax”, “infu sueños” o cualquiera de esas mariconadas con las que te quieres autoconvencer de que te vas a quedar dormido.

Te la preparas con una parsimonia y una concentración como si estuvieses preparando un plato de alta cocina en lugar de una infusioncita; y te sientas en la soledad de la cocina nocturna y te pones a reflexionar.
Pero como no te apetece reflexionar te la tomas rápido y la cama de nuevo

Y es en ese momento en el que ya te empieza a entrar la tontería cuando ya te empiezan a pesar los párpados;  es cuando me sucede lo siguiente.

Hago mis listas de cosas mentales
Reflexionas acerca de la vida y sus misterios; qué te va a deparar
Te propones nuevas metas y objetivos
Y te quedas medio sobado

Pero justo en ese momento en el que ya no diferencias cuando estas o no dormido; cuando mezclas un paisaje caribeño con un trineo de Papa Noel volador, es en ese momento cuando me viene la “inspiración”

Por desgracia sí, me vienen temas para escribir; a puñados, frases ingeniosas y de todo. Y es en ese momento cuando me digo “Coño Marta, ya se te podría ocurrir esto en otro momento, que ahora no me apetece moverme para apuntar esto y lo otro; y mañana se te va a olvidar”
Y efectivamente, al día siguiente me acuerdo de la mitad
Vaya tela, una putada. Mis genialidades perdidas.

Es por eso que en estos últimos días  me he propuesto escribirme aunque sea algunas de esas frases. Pero como me da pereza levantarme y coger una liberta y un boli, pues tiro del bloc de notas del móvil; que siempre me vigila en la mesilla de noche

Pero el problema es el siguiente, escribo la dichosa frasecita sí; pero después me leo los whatssaps nocturnos y echas un vistazo rápido a Instagram, a Facebook… Total que ya han pasado cinco minutitos, diez…

Después de 4 o 5 asaltos al móvil al día siguiente me encuentro con unas ojeras de espanto; y  algunas frases que no son tan fabulosas como parecían por la noche. Pero que igualmente me siguen inspirando.


Quien sabe, estoy llegando a la conclusión de que igual esto del insomnio también me lo estoy provocando un poco yo, ¿no?




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