10 de marzo de 2012

Brackets...esa eterna compañía.


Hay gente en el mundo rarita, y otra que es retrasada.
Posiblemente penséis que estoy de mal humor o algo de eso, para nada. Pero simplemente hay cosas que me indignan, ahora veréis por qué.

David Delfín: El friki

Hace exactamente 27 meses comenzó mi andadura con la ortodoncia… Veintisiete meses… Se dice así del tirón, muy rápido, pero veintisiete meses no es ninguna tontería.
En estos dos años y tres meses mi vida ha cambiado mucho, acabé el colegio, comencé la carrera, mis compañías han cambiado... Aunque los indispensables siguen ahí. He hecho lo que podría llamarse una depuración. Una fase transitoria en la que he conocido aspectos de mi misma que no conocía; y he dejado otros atrás.
Un cambio que me gusta, quizás se deba a que he madurado, quien sabe,  pues mi enfoque de ver la vida ha cambiado. Cosas que hace un par de años me resultaban super importantes ahora ya no me causan ni el más mínimo dolor de cabeza. Sin embargo otras, poco a poco se van abriendo hueco en mi mente.
Si echáis la vista atrás , profundizando, veréis que en estos dos años todos habréis cambiado, en algunas cosas para mejor, en otras para peor. Aunque la esencia sigue siendo la misma, los detallitos os han cambiado, os han ido puliendo. Y no tratéis de convenceros de que no es así. Porque todo el mundo cambia.


Pues bien, en estos dos años y tres meses mi vida puede decirse que ha dado un giro de 180 grados, y lo que me queda todavía. Pero ha habido algo que no me ha abandonado ni un solo segundo. En lo bueno y en lo malo; ahí están, aguantándome… Los brackets.

Los dichosos brackets.

Los jodidos brackets.

Dos años llevan ahí pegados, que se dice pronto.

El llevarlos no me ha causado ningún tipo de trauma, me sigo riendo como antes, sigo sonriendo en las fotos y sigo haciendo todo de la misma manera.  Me encanta ver como mi dentadura va quedando perfecta mes a mes. Pero claro… hay cosas que ya cansan…

Que si las gomitas del principio del tratamiento, el arco del paladar, las llagas, las molestias, los arañazos, esos sin hablar de los dolores de los días en los que te los aprietan… En esos momentos el ibuprofeno se convierte en tu mejor amigo obviamente…

Pero hay otro aspecto que también me tiene ya un poco hasta las narices… Las comidas fuera de casa, da igual lo que comas, lo pequeño que sea, que una cuarta parte se te quedará por ahí enganchado; da igual el tamaño, aunque sea una pipa ahí quedará. Pero bueno hay que tomarse las cosas con filosofía( y aliarse también con el cepillo de dientes a todas horas) y pensar e positivo. Que quien algo quiere algo le cuesta, y este puede ser el mejor ejemplo aplicado a mi vida, y a la de cualquier persona con ortodoncia.
Pues bien, ahora os voy a explicar de dónde viene mi indignación.

Si llevo dos años medianamente jodida con mis queridos amigos los brackets, y todos los que los hayáis llevado me entenderéis, imaginaos qué cara se me queda a mi cuando ve que David Delfín, el polémico diseñador los lleva ¡¡porque le gustan!!.

Que sí, que sí; que para gustos los colores. Que aquí cada uno haga lo que quiera con su vida, que si lleva brackets no hace daño a nadie... Si tenéis razón… Pero este tío ya me caía mal de por sí. Con esas polémicas que crea en los desfiles, sus comentarios, su porte…

Un mindundi que se las da de ser el típico que todo le da igual cuando en realidad es un puro producto de marketing. En fin, su última hazaña, decir que es que los brackets “le ponen”; sí, sí, como lo oís. Yo había oído lo de las gafas de secretaria cachonda, pero lo de los brackets…Ya es lo que me faltaba por oír de verdad.

Y que encima se joda la boca poniéndoselos, es que no lo entiendo, no me entra en la cabeza. Que pasa, ¿que se quiere poner cachondo a sí mismo? Quizás las llagas que le van a salir, o lo amarillos que se le van a quedar los dientes al tener eso pegado de por vida le encante. Pero vamos, que a cualquier persona con dos dedos de frente no creo que le haga mucha gracia.
Es como si yo ahora mismo me pongo una pierna ortopédica porque creo que me hace más atractiva. 

Llamadme exagerada pero yo lo veo así, crear una polémica de nada. Y TODO ESTO POR QUÉ? Pues para vender más obviamente, que este tío se cree que somos gilipollas todos de verdad.

Bueno, vale que hay cosas peores, pero es que estas idioteces me indignan mucho. Ahí lo dejo.

4 comentarios:

  1. Tengo que decir que yo los sufrí durante dos años que se me hicieron eternos. El punto de vista del los brackets inmutables a tus cambios me ha gustado mucho y la crítica a David Delfín también, ya lo has dicho todo.
    Un placer leerte, como siempre ;)

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  2. Querida hermanita...tengo que decirte que, por la cuenta que me trae, yo estoy encantada con lo que ha hecho David Delfin, no solo porque me dedique a la ortodoncia, sino porque ya es hora de que se le de otro punto de vista a algo tan normal como es llevar brackets. Puede que ahora ya , este mejor visto, puesto que cada vez se los pone más gente y de diversas edades, pero recuerdo cuando yo iba al colegio, que los niños eran de lo más cruel con el que llevaba brackets, que si pararrayos que si bocallanta, que si abrelatas...Quién sabe...lo mismo David tiene un sobrino al que han traumatizado en el colegio por llevarlos y por eso lo hace...en todo caso, me encanta la idea!!! jeje

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  3. y que problema tienes si a David Delfín le gustan los brackets? son sus dientes y no hace daño a nadie chica...

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  4. Pasado mañana me pone los brackets un genio de la ortodoncia y estoy encantado, no es algo que me muera de gusto pero es por mi salud y si estan a la moda pues mejor..

    P.d: Comparto ortodoncista con David Delfin y es un genio! El Dr. Canut.

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