14 de diciembre de 2011

Vintage life

Vintage vintage vintage…
Esa palabra que está tan de moda ahora. No se trata de un simple vocablo, engloba mucho más que eso. Una forma de concebir el mundo.
Cuando algo ya está usado, resulta un poco antiguo, decimos que es vintage… Pero claro, hay muchos tipos de vintage en esta vida…

El vintage cutre, que es la manera disimulada de decir que algo está viejo y no te gusta lo mires por donde lo mires…
El vintage old-fashioned, en este caso lo que queremos decir es que es algo viejo pero que no nos termina de convencer, esta pasado de moda. Puede sonar paradójico, algo viejo siempre suele estar pasado de moda… Pero existe, puede ser esa prenda tan hortera de los 80 de tu madre, que aunque te la quiere encasquetar porque puede ser muy cool, sabes que nadie en sus santos cabales va a usar eso en su vida a no ser que sea para un disfraz.
Y también está el vintage cool, el que engancha...



Pues bien, os propongo un plan. Este viernes, una gran amiga experta en el mundo de la moda organiza un  Vintage Market en La Latina.
Tras recorrerse medio Europa para encontrar las prendas más cool, interesantes y curiosas ha decidido crear este pequeño mercadillo.
Qué mejor forma de pasar un viernes por la tarde (típico momento en el que no haces absolutamente nada, a lo sumo echarte la siesta para por la noche, todo hay que decirlo) para disfrutar de una tarde con amigas disfrutando de la ropa más original en un ambiente de lo más interesante mientras nos ponemos al día.
Además quizás encontréis algo que merezca la pena y que os haga sentir completamente vintage.


Como podéis ver, lo antiguo se lleva. 
 Y sí, la moda es cíclica. 
Como siempre digo, en esta vida todo es cíclico; y nunca digas nunca, porque aquello que nunca volverás a hacer, o a llevar, volverá a ti tarde o temprano.
¿Por qué causa tanto enganche aquello viejo que es nuevo para nosotros? En ocasiones encontramos un recuerdo de alguna abuela, de nuestras madres; y nos gusta. Nos transmite una sensación de calidez que pocas cosas pueden igualar. Se trata de un sentimiento un poco extraño, como un dèja-vu. Una sensación difícilmente descriptible. Lo vintage, ya sean objetos o prendas de ropa tiene un encanto que en un objeto normal no solemos encontrar. Nos traslada a un mundo paralelo, a los lujos de otra época, o al menos eso queremos imaginar muchos de nosotros para salir un poco de la monotonía de la realidad.

Yo soy una de esas fans de las prendas vintage, me encantan; y lo que más me gusta es saber que nadie más puede lucirla. Saber que voy a ir a una fiesta con un vestido y no me voy a encontrar a otra chica vestida igual que yo, cosa que más de una vez me ha sucedido cuando he ido con algo de Zara por ejemplo.

Desde aquí la chincheta os dice que no os perdáis esta oportunidad. ¡Ya os mostraré mis compras!

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