31 de diciembre de 2011

Capodanno


El último día del año.
El supuesto fin.
El momento de echar la vista atrás.
De pensar.
De mirar hacia delante.
De desear.
De cambiar.

Como cada 31 de diciembre, las noticias, periódicos, webs, redes sociales y demás nos invaden con las recopilaciones de todo aquello que ha sucedido, lo que creen que vendrá, lo mejor y lo peor del año… También están las felicitaciones globales de las fiestas, que sinceramente me parecen un poco repetitivas ya, la gente debería innovar un poco respecto a eso. Y también están aquellas noticias sobre las comilonas que nos vamos a pegar esta noche, la resaca que tendremos al día siguiente, las 12 uvas… En fin, todas las tradiciones se repiten año tras año.



Y tal día como hoy, la última tarde de cada año muchos de nosotros reflexionamos, y vemos todas las cosas que nos han sucedido en este año que nos deja. Porque siempre se suele decir que ha pasado muy deprisa, que no nos ha dado tiempo a darnos cuenta de que ya se acaba y mil tópicos más. Pero si te pones a pensar más profundamente han sucedido mules de cosas, muchas de ellas que ni imaginabas, otras que ya las veías venir.


Ha conocido gente, hecho amistades, reforzado algunas, perdido a alguien. Has asentado un poco la cabeza, has viajado, has leído, has soñado, has reído hasta no poder respirar más, has llorado hasta quedarte dormido, te has conocido un poco más a ti mismo, has madurado, has aprendido cosas nuevas, has dejado algunas costumbres, retomado otras... Para algunos este ha sido el mejor año de su vida, para otros el peor.
Todo es muy relativo.

En mi caso, puede decirse que hasta septiembre ha sido uno de los años en los que más me he movido, y que más gente he conocido. Pero a partir de este mes, con el inicio del nuevo curso, la vuelta a la rutina de nuevo.. .Se pierde un poco de esa ilusión.

Porque no sé vosotros, pero a mi todos los años me ocurre lo mismo, desde enero hasta marzo o abril, son los meses de inauguración del año.
Todos estamos deseando cumplir nuestros propósitos, que si gimnasios, dietas, estudiar más, hacer cosas nuevas… Al principio tardamos un poco en mentalizarnos pero si de verdad lo conseguimos somos unos cracks, para qué negarlo.

A partir de abril comienzan los meses clave, los meses de abril a agosto aproximadamente. Son los meses en los que más suelo disfrutar, ya estamos metidos de lleno en el año, llevando a cabo proyectos, disfrutando…
Septiembre… es un mes raro, un mes de paso, transición al nuevo año de trabajo, reencuentros con los amigos, puesta a punto. Vuelta a las costumbres de siempre…

Y por último están los meses de octubre a diciembre, para mi gusto, los meses de transición. Los meses en los que ya estamos pensando en el siguiente año, aún así los disfruto mucho. Diciembre especialmente, con su encanto, sus luces, y su calidez a pesar del gélido viento.

Pues bien, os recomiendo que cada uno de vosotros hagáis una lista, aunque sea mental, de lo mejor que os ha traído cada mes. Porque una vez que veáis todo o que os ha sucedido pensaréis “Joder, no ha ido tan mal la cosa. La verdad es que ha sido un año cojonudo”. Dicho esto, y habiendo echado la vista atrás podréis empezar a ver lo que viene…

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